Los indicios siempre son importantes para determinar lo que está pasando, pasó y pasará. Debo admitir, que aveces creo ver indicios inexistentes. O al menos eso reprocha mi mente para no dejarme creer el cuento.
En el de hoy, recuerdo tiempos presentes, en que doncellas velan castillos donde duermen dragones, el príncipe azul, casado con la bruja mala, aprende conjuros para acabar con el rey. La reina, se acuesta con cada bandido del bosque esperando encontrar aquella libertad que le quitó el trono. Mientras, junto a su esposo, un gran tesoro que jamás se gastará. Esto, ya que ante los ojos del rey, el tesoro, es la mayor maravilla de un reino. Las perlas, las monedas de oro, los collares con zafiros y rubíes, todos estos artículos, son el recuerdo de los mejores tiempos de un reino que jamás existió.
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