Soy la palma. (Al fin)

Podría detenerme
ponerme a pensar
sentarme un día
o dos.

Las historias
andan sin desenlaces
los desenlaces nos alcanzan.

Podría cambiar de dirección
encauzar mis esfuerzos
reforzar mi identidad
forjar la realidad
crear
el manifiesto ideal.

El árbol
el papel
el hijo
el fin.

Desde hace tiempo ya.

Lleno de intentos
sabor a misterio
mis papilas indican el camino
mis pupilas no descansan
gustos me alcanzan
gestos sin pausas
han de viajar sin descanso
las creencias que profundas
se funden a mi fondo
suspiros escondidos
respiro en cantidades enormes
conforme con mi disconformidad
disipo malabares
cuidado, no compares
despacio cuando te pares
digiere bien tu alimento
contento señor contento
tu corazón al descubierto
sometido al pensamiento
será lento andar
largo mendigar
suelta las trabas
trabaja más
escarba y acaba de morir
para renacer
para vencer esa parte de ser
el permanente entrometido ego
dentro siempre haciendo fuego
discrepo mas no alego
lego el poder a otros y me sofoco
apago el incendio con llamas
miro abajo
no hay adornos allí
sólo escombros
bajo los hombros para caminar
para no dinamitar, excabo
hay que armarse
hay que amar amar...

Destierro.

Andan como torbellinos los inquilinos en esta habitación
¿podría usted quizás sujetar este cordón?

¡¡Al fondo y a la derecha

toma la botella y la mecha

y es que como haremos bien hechas las cosas

vamos a hacer explotar esas lanchas!!

Pero son pasos tan grandes

pesos tremendos que hay que sostener

a lo más había levantado cientos de estos

pero nunca me los llevé.

La marina no tiene idea, no han luchando antes contra esto

mis pares, mis capitanes y generales saben de amar

pero jamás se habían enfrentado al destierro

sus cañones han destruido la Atlántida.

Ahora cargo un nuevo tiempo

un falso templo, de placeres me visten

de escasez e idiotez.

Nos hundimos capitán, con barco y balsas.