Planeta tierra

Inconcebible sin la luz del sol, éste a su vez lo es sin la fuerza de atracción que dirige el ritmo del universo y sus versos.

En él vemos colores, probamos sabores, amamos aromas, gozamos caricias de musas o melodías.

En cada una de las retinas que han pasado y ahora existen, hay un registro del paso del tiempo... como también en las arrugas de su suelo.

Ella y nosotros fuimos, somos y seremos materia sometida al espacio y el tiempo.

En él vivimos días, a veces por placer morimos de noche.

Soñamos despiertos, vivimos dormidos.

Respiramos.

Nos movemos y nos mueven. Unos lo pensamos mientras sucede.

Los irracionales no sufren porque no pueden. (Pensar)

Mas no faltan palabras para que expresen cuando algo va mal.

También el planeta lo comunica, pero los hombres ya no comprendemos su lenguaje.

Hemos preferido el dinero, la vida acelerada, vestirnos de traje, morir sin dejar los disfraces. Poner límites donde antes de nuestras mentes nunca hubo. Creer que esos límites son verdad, es también por los disfraces. Y por la tecnología hecha armas.

Vive, vivimos y viven. De más a menos tiempo.

El planeta con sus extensiones; árboles, plantas, mares, tierra y rocas.

Los humanos y sus extensiones; autos, medios de comunicación, formas de expresión, herramientas de construcción, social (culturales) y de hogares (donde protegerse de animales “salvajes” y el mal clima).

Los animales en zoológicos, circos, abrigos o centros para la mantención de su especie en extinción.

Vibra y palpita bajo nuestros pies.

Vibra y palpita.