miércoles, 29 de mayo de 2013

LA DIMENSIÓN DE LA MUERTE.

Se posterga y nos llega en cualquier momento, la dilación del momento es el pavor de enfrentar su esencia desolada. Sola la persona muerta, ecuánime ante el espectáculo de sollozos y entre dientes.

Se deben cerrar los ciclos, como lo hace la muerte. Libre del tiempo, dejando actuar la gravedad y la vida que se encarga del muerto.

Destino individual para el animal, vegetal, mineral, bacteria u hongo por igual. Me abstengo de atribuirle el sentido de final, más bien me parece un estado de transitoriedad a una dimensión sin igual. La dimensión de la Muerte.

Y nos pertenece la vida. Viven los sueños y permiten vivir.

También mueren amores, deseos o pasiones. Los encubre el tiempo con su manto de poderes sanadores. Juegan en jardines de eternidad, tiempo y muerte son parte del plano sensorial, se manifiestan del mismo modo en que lo hacen Libertad y vida en la casa principal, resguardados por Amor, la madre del clan.


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