sábado, 31 de marzo de 2012

El cambio se suda.

A cierta hora las diferencias que están claras hasta entonces, oscurecen. Se mezclan la noche con la mañana y los sueños de quienes avanzan entre dormidos y caídos le pertenecen al inconciente. Tropiezan los corajes, se fortalecen las dudas que se equilibran sobre el miedo, el tiempo se escapa con la prisa y sin dejar pista alguna los ideales se esconden en la bruma.

Paremos entonces, cedámosle el espacio a la creatividad, a la innovación, a la adaptación y el concenso, construyamos la felicidad, conozcamos nuestro interior, caminemos revueltos y juntos, cantando y sonriendo.
 Apuntemos a la trascendencia, la desobediencia, la improvisación y la armonía, sobre todo a la armonía.


2 comentarios:

  1. Me gusta mucho la manera como escribes. Encuentro en tus textos la perfección donde yo tengo mi mayor falla: en las últimas frases, las conclusiones.
    Felicitaciones por tu trabajo, hermano. =]

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    1. Gracias por tus palabras, hacía tiempo que nadie pasaba por aquí.
      Seguiré rayando el ciberespacio y espero que siga llegándote mi prosa.

      Un abrazo y bendición, hermana :)

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