jueves, 15 de octubre de 2009

Ahora sí... y para siempre.

Escucho un par de voces, aveces una más que otra, se alternan.
Me hablan de lo correcto e incorrecto, lo moral e inmoral.
Debaten acerca de la felicidad, la libertad, el amor.
A cada una de estas voces, les hablan siglos de historia condensados en mi ADN.

Hoy, he pensado en el orden y el desorden, en la paz y el caos, neguentropía y entropía. ¿Es la libertad la que genera estos estados? o ¿la falta de esta?
... EL profeta, de Gibran Khalil, al hablar de libertad dice: "seréis libres, en verdad, no cuando en vuestros días desaparezca la preocupación y en vuestras noches no haya un deseo ni un dolor, sino más bien, cuando todo aquello aprisione vuestra vida y seáis capaces de elevaros sobre ello,desnudos y sin trabas"...

Qué hay de ser felices, constantemente sueño que la libertad me dará esa felicidad anhelada... acaso, y bien lo sé, establecer una meta para alcanzar la felicidad, resulta totalmente errado, pues derivo mi capacidad de ser feliz en este mismo instante, sin necesidad de algo, de alguien, sin siquiera requerir de mi aliento.

Y qué hay de los placeres. Son los que me dan la felicidad o tan solo son dulzuras fugaces que mantienen mi cuerpo erguido y deseoso de volver a despertar. Acaso, y esto bien no lo sé, tan solo son un supuesto en el cual la raza humana a basado su actuar, en busca de la felicidad. Confundiendo lo momentáneo con lo eterno. ¿Acaso hay un eterno?. Constantemente oímos que el dinero no da la felicidad, pero que si facilita la vida. ¿Es acaso más feliz a quien le a costado menos su vida?...
La felicidad es ahora, no mañana, no después de la tormenta, ni luego del sexo, tampoco después de obtener mi juguete nuevo...
Si he de responder a la pregunta... ¿Eres feliz?
Sí, ahora sí.

1 comentario:

¿Que dices tú ah?