viernes, 22 de marzo de 2019

Nada es preciso, sin principio este texto desafía mi vomitiva voluntad de sanar al instante.
Los procesos de recuperación y autodeterminación de mis enzimas, ánimos e ideas sofocan la fuerza ya construida. 

No tengo nada nuevo qué decir de mí, de nadie. Es mejor así parece, largarse al descuido del despabile, tiempo en tiempo obrar acorde al ritmo cardíaco del planeta, serle útil a la luna que vive de mis mareas incontrolables, fusionándome entre azucares con los espejos de aquellxs que habitamos amándonos, por tanto repeliéndonos también.

Abrázome para asombrarme en el futuro de la comprensión alcanzada. Nos reencontramos en cruzadas, nos salimos y dimos nuestras propias batallas, hayamos la cura al espasmo del ego y la personalidad destructiva, subimos y bajamos los montes, hablamos a las voces del presente y aquellas antiguas que nos siguen y seguimos, nos bañamos en las aguas más puras y retornamos fuertes al presente este que se siente por partes, se ordena entre corrientes y latidos guiando la mirada al amanecer.

Escríbome para saborear entonces lo que ahora me aprieta la tecla de sol en la garganta. 
No seré melodía en mi y sol, en ello no hay dolor, sí en soltar ese afán de compartir con ella la vida esta, de trabajarnos por la fuerza, a puro roce y errar aprendiendo para un día honrar el camino y tomar la propia senda. Cada mañana verte cantando, saludando al sol y la vida misma que te sonríe como tú al espíritu creativo en cada partícula y su desplazamiento. Duele saber que no estamos listas, que habrán mejores instancias, que lo aprendido no es suficiente, al menos no su aplicación. Me cuesta el re que antecede a tu aparición, amar se hace y sabes ese trabajo, eres un mi que revela bemoles y sostenidos con cierto ímpetu que a veces me hace tambalear, sabes, eso de la construcción que dije antes. Duele que mi dolor no alcance siquiera a molestia en tu fuero interno, que mis palabras sobren porqué son un privilegio más, que este sea otro modo de escaparme de la responsabilidad, duele que esta puede ser otra oportunidad de aprender y dejarla ir. Duele y no duele más. A ti te pensiento y entonces sí duele, da miedo, siento una otra agonía, la lejanía y al universo despidiéndonos de cualquier posibilidad de perpetuidad. Duele que esto sea puro existencialismo y tú vives esto que nos corresponde a ambas, que a mí se me presenta en palabras, en cambio a ti en macabras horas de autoexterminio y sometimiento al dogma de este sistema que te violenta hermana. Duele que soy pura ideología y la acciología me está sacando pica.

Ahora y aquí quédome, enebro el hilo que suture mi pecho al momento de ser preciso, de saber hacer el amor...  hablar el amor, pensar el amor, percibir el amor, atender el amor, cuidar el amor, multiplicarle.

No es un descanso, este es el comienzo de otra etapa de mi trabajo, este que me autodetermina, las ganas de vivir como mejor se podría, siendo la mejor versión, la que no contamina e incluso limpia la escoria heredada. No pienso ya en salvarnos, pienso en cuidarnos y librarles a ustedes de mi mecanicidad. No dudo un instante en teclear si se trata de amar, es un buen comienzo sabrán mis internos del día D sin hora ni minuto por pagar.


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