jueves, 21 de marzo de 2019

Huellas no huyen.

A todos los dolores les escribo otra vez, entre desahuciados ánimos malignos, temores, miedos y terrores, penas, ansiedades, prisas, juicios errantes, congoja desatendida por flojera extendida.
El dedo aprieta la tecla, el gatillo.

Se atascan por accidente, aun rasgaduras a la piel más fina del motor de la emoción, se salen, caen, mueren sin renacimiento posible, sentimientos para pensamientos con acciones en armonía para un otro equilibrio.

... círculos intelectuacéntricos
marcas de agua en textos fatídicos
en silencio escucho cierta cadencia
sin gloria ni pena se asoma la esencia

claman paciencia los músculos del cora
sobran desgarros por hipertrofia amatoria
empujo la congoja al límite de este delirio
amor y respeto son mi trabajo diario

amo a la madre que me parió y me crió
con esfuerzo y tesón nos educó
fiera leona cuidando a su prole
mamá luchona nada en la mole

así la creencia es de ule
induce al deseo como frugele
la iluminación tiene precio y no vale
hoy por hoy se paga por internet

la justicia sostiene a la opulencia
la educación a la colonia y su herencia
el estado es la guerra a los márgenes
la hacen invocando vírgenes y arcángeles

iglesia cualquiera, que más da su palabra
si obrasen cual isa no publicarían sus obras
son cobras, su oro lo sostiene el pueblo y sus malabares
la vida en los bares, deseando a las chicas del cabaret

violando a las solas
golpeando a las colas
creyéndose hombres
burlándose de las trans

se rascan los cocos
entre pobres hombres
con hambre de poder
sin plata, ni raza, ni género

que doblegue a ningún juez
caerán en su trampa
caminan sobre la rampla
al fondo de su desdén

den por muerta a la especie humana
mañana serán los brotes de la resistencia
quienes apagarán las llamas
que dejan su falta de ganas

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