sábado, 6 de junio de 2015

A9

Si me preguntan, nos liberamos mirando nuestro centro, ese tan oscuro e iluminable, lleno de recovecos espacio interior. Pero me tomo la palabra para relacionarlo al pensamiento, sino al no-pensamiento, que es igual a no instituir, es decir, dejar de ser lo que el entorno ha reflejado en mí, entonces soy, mi voz ya no es la que han escuchado otrxs, es la propia, la que no se manifiesta para otrx, sino para inundar cada recoveco del espacio interior. Ahora, si me lo preguntan, esa acción de liberación no estará completa hasta que cada unx de todxs nosotrxs sea sensible de su propia voz. Entonces, me vuelvo a tomar la palabra, volcarse a la liberación de cada unx debe ir en pos de la liberación colectiva, y solo así, nuestro trabajo interno es el cambio externo, por ello, nuestra expresión de liberación se torna trascendente. Y si me lo preguntan, solo el trabajo de esa intimidad, de total calma y reflexión sin institución (sin presencia alguna de manifestación de poder, sin la relación dominación-sometimiento) es un objetivo ideal para la auto-creación humana sin importar el origen. Me tomo la palabra en penúltima instancia, la transformación que lleve a esa posibilidad no será violenta, pues la violencia es siempre una expresión de poder, transformación social por la fuerza es opresión. Y si me preguntan, no tengo, ni tendré en mis manos la solución adecuada para hacerlo, pero vamos a cambiar esta realidad, vamos a liberarnos si amamos hacerlo. Y me bebo esta palabra, a la salud de lxs que viendo una sociedad forjada en la opresión (política, social, cultural, espiritual, etc.) han decidido hacer de esta, (a su modo, con su comprensión) su vida para la liberación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que dices tú ah?