miércoles, 3 de julio de 2013

Persevera, pisa firme, ahuyenta la duda.

Quieren acallar el espíritu, pero la vida porfía.
La corona es para caballeros, no para humanos conscientes.
Entonces la sombra sigue en disputa con la luz.
Y la periferia se conmueve, mientras el centro sigue inmóvil.
El universo gira conmigo, las pisadas lo confirman.
Acerco el amor y las ganas de amar se multiplican
Acerco el sol y la luna para ver olas gigantes en la orilla.

Las manos no obedecen a la mente, es la ilusión de hacerlo lo que le da poder a ese ente desconocido.
Ahora, quemándome los ojos entiendo.

Ellos no permiten la duda, siguen viviendo de certezas.
En su compañía, tal práctica parece inevitable. Imperdonable otra línea.
Dominar al dominante, domar al domador, pintar al pintor, amar a quién ama.
Escapar no será fácil, los años adornarán la fachada que me disfraza. 
Tumbaremos el ideal, pero lo recogeremos al final.

La respuesta entonces es segura duda.
La práctica es el paso firme, no sé a dónde.
Y al esfuerzo, encenderle infinitas velas.

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