sábado, 24 de diciembre de 2011

Soy de piel.

A los diez y siete lo entendí.
Venía auspiciado por una estrella de mediana intensidad en el cielo.
Lanzado al vuelo, queriendo salir de cualquier sueño.
Profundo anhelo.
Los más escondidos deseos surgen bajo el efecto de la somnoliencia. Pero la obediencia nos ha limitado bastante desde el comienzo a esta parte.
Aprendo haciendo, no en un preu, sino en la U.
Me estoy haciendo parte de un hombre que morirá.
Los astros se apagan al amanecer, pero los hombres no olvidamos su estadía.
La vida tiene un botón de encendido, y al presionarlo pillé la más hermosa melodía.
Hay silencios estremecedores a diario.
Voces que no hablan y gestos que no callan.
Un infinito predecir.
Costumbre que debora.
Suena fuerte deborarte y dejarte ir por la mañana.

... No hay maldad ni bondad injustificada. Se justifican también las piedras y los besos.



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